Hoy va de libros

Como la vida no cambia y las rutinas diarias se repiten constantemente, sólo queda espacio para uno de mis mayores placeres, la lectura.

Me tiré todo el mes de enero sin poder leer nada que no fuesen blogs de forma aislada, y de repente en unos días me he terminado dos libros y he comenzado un tercero.

De los que voy a hablar hoy, es del último que me he leído, y de otro que cayó hace unos meses.

El primero es "El ángel más tonto del mundo", que es el que acabo de terminar.

Me lo dejó una compañera de trabajo, que me lo vendió diciendo que "es divertidisimo". Por cierto, tengo un problema, porque ella me dio un libro que había sido leído con rayos X de lo impecable que estaba, y ahora se nota el paso por mis manos :-( No lo he roto, manchado ni nada así, pero ahora ya no es una pieza de museo como antes. Como no tengo confianza con la dueña, me temo que voy a comprarle uno nuevo y quedarme yo con este.

Los primeros capítulos transcurrieron sin mucha pena ni gloria. Era un libro curioso y original, pero de ahí a divertidísimo había un mundo. Sin embargo llega un momento en el que el humor del absurdo, negro y ácido hace su aparición y, si os gusta este tipo de humor, comienzan las risas. Como tengo la costumbre de leer en cuanto tengo ocasión, me las ingenié para comer solo esta semana y poder terminarme así el libro (que todo sea dicho de paso, se lee en un "pis-pas"). Debe ser raro ver a alguien ingiriendo una paella mientras no deja de reírse, pero así estaba yo. De vez en cuando levantaba la vista del libro y mis ojos se cruzaban con los de otros comensales, que me miraban con cara de "Pobrecito.... Se nota que la edad ya le está haciendo estragos". Pero yo volvía a la lectura, haciendo mio el dicho de Quevedo de "ande yo caliente y ríase la gente".

Ya os digo, para mi altamente recomendable, pero si queréis una crítica bastante acertada, hacer click en el link que os he puesto.

El segundo libro es "El curioso incidente del perro a medianoche", que aunque aparece referenciado en la contraportada del libro anterior, no tiene nada que ver con él, salvo en el fenómeno editorial que han supuesto los dos al otro lado del Atlántico.

El protagonista es un niño autista emperrado en conocer quien mató al perro de su vecino. No os voy a destripar la novela que esta fantásticamente escrita, porque a mi no me sorprendió tanto la trama, como la visión del niño. Te acerca con humor y ternura al mundo visto con los ojos de un autista. Es como "Rain Man", pero con mucho más detalle.

La verdad es que no he escuchado en mi entorno ninguna crítica negativa del libro, por eso me he atrevido a sugeríroslo.

Por cierto, escribo estas líneas en San Valentin, día que me cae gordo desde que tengo uso de razón. No sé. Tal vez lo asocie a Concha (entonces Conchita) Velasco y su película "El día de los enamorados" que, cuando era niño, ponían todos los años en la tele en tal fecha como hoy o cercanas en el tiempo. Pese a todo, y mal que me pese (lo reconozco) no he podido evitar caer en la tentación de tener un detalle con mi mujer. Todo ha sido por satisfacer a mi hija la mayor, que se ha mostrado desilusionada al saber que no le había comprado nada a su madre. Eso sí, he aprovechado la ocasión para hacerle saber que el amor no se demuestra con un presente un día marcado, si no con las actitudes cotidianas, con los pequeños detalles del día a día. No obstante no soy iluso, creo que de todo lo que hemos hablado el 90% ha salido por el oído contrario sin ser procesado. Sobretodo cuando ha visto la sorpresa de mi mujer al ver el obsequio.

No me enrollo más. Hoy me despido con un clásico. Si antes he hablado de dos libros, ahora voy a hacer referencia a una canción que contiene dos en una "A day in the life" de The Beatles. Una de mis favoritas.