Hace cinco años, íbamos a pasar mi mujer y yo un fin de semana en pareja en Bruselas, cuando cambiamos de opinión y acabamos entre pinares. Una habitación grande sólo para nosotros. Sin nuestra hija mayor, que se quedó con los abuelos en la gloria. Es más, hasta aprendió a perderle el miedo al agua y a nadar como un perrito.
El fin de semana acabó convirtiéndose en diez días de soledad entre los pinos y, a lo lejos, las ovejas. Ella no salió de la cama. Yo iba a por la comida, el periódico y otros mundanos placeres.
Tanto nos gustaron las instalaciones, que repetimos tres veces más. Unas vistas magníficas. Una atención exquisita, una comida insípida.
Después decidimos alternar entre el "gorreo" en la piscina de mis suegros, y el asfixiante calor de mi casa.
A mediados de agosto, le toco el turno a mi hija pequeña. Quince días de atenciones intensivos por parte del personal del centro. Atentas, cariñosas, maravillosas y, siempre, cuidando los detalles. Con deciros que la enana cogió peso, lo digo todo.
Habiamos quedado tan contentos con el lugar, que al empezar las vacaciones de Navidad, volvimos a llevar a la pequeña. Otros diez intensos días, en los que decidimos que fuese yo el que pasase la Nochebuena con ella. Le dieron el alta el 31 de diciembre y pudimos abandonar el hospital Monteprincipe por un tiempo de tres meses, en la que volvimos a ingresarla cuatro días más.
Así fue el embarazo y primeros meses de vida de mi hija menor. Amenazas de aborto, parto prematuro, incubadora y bronquilitis varias. Por eso, cuando el otro día se fijo en mi barba y partiéndose de risa, me dijo que tenía tres pelos blancos, no pudimos menos que mirarnos y dandole un coscorrón cariñoso le dije; "Patrocinados por ti enana. Que desde entonces no me han salido más"
Como entrada musical de hoy, me decanto por los "Sueños polares", de Family
El fin de semana acabó convirtiéndose en diez días de soledad entre los pinos y, a lo lejos, las ovejas. Ella no salió de la cama. Yo iba a por la comida, el periódico y otros mundanos placeres.
Tanto nos gustaron las instalaciones, que repetimos tres veces más. Unas vistas magníficas. Una atención exquisita, una comida insípida.
Después decidimos alternar entre el "gorreo" en la piscina de mis suegros, y el asfixiante calor de mi casa.
A mediados de agosto, le toco el turno a mi hija pequeña. Quince días de atenciones intensivos por parte del personal del centro. Atentas, cariñosas, maravillosas y, siempre, cuidando los detalles. Con deciros que la enana cogió peso, lo digo todo.
Habiamos quedado tan contentos con el lugar, que al empezar las vacaciones de Navidad, volvimos a llevar a la pequeña. Otros diez intensos días, en los que decidimos que fuese yo el que pasase la Nochebuena con ella. Le dieron el alta el 31 de diciembre y pudimos abandonar el hospital Monteprincipe por un tiempo de tres meses, en la que volvimos a ingresarla cuatro días más.
Así fue el embarazo y primeros meses de vida de mi hija menor. Amenazas de aborto, parto prematuro, incubadora y bronquilitis varias. Por eso, cuando el otro día se fijo en mi barba y partiéndose de risa, me dijo que tenía tres pelos blancos, no pudimos menos que mirarnos y dandole un coscorrón cariñoso le dije; "Patrocinados por ti enana. Que desde entonces no me han salido más"
Como entrada musical de hoy, me decanto por los "Sueños polares", de Family
13 comentarios:
Que post más tierno, realmente conmovedor.
Un buen descubrimiento acabo de hacer y seguiré leyendo con despacio, pues realmente es un placer leerte.
Besos borrascosos
Si es que así son las niñas, lo mas desegradecido del planeta! jajajaj
Besicos
Cuanta ternura en tus palabras, y cuantos momentos de angustia habréis pasado..
Esas tres canas significan mucho más que el paso del tiempo, verdad??..
Besitos con mucho cariño mi tierno Boti
Boticcario me ha encantado este post, me ha parecido muy tierno, lleno de amor y de sentimientos con tu nena, y si te salen otros tres pelos blancos eso quiere decir que estás llegando a ser una persona atractiva y madura.
Un beso.
Que bonito lo has contado. Salir de una situación difícil y más cuando es por un hijo, es tan satisfactorio ... verla crecer, moverse, pensar, charlar, ... y tomarte el pelo :)
Un saludo muy cariñoso.
Me parece a mí que muy seguido me he pasado, que no hay nuevo post, si es que como no tengo a nadie que me avise..., bueno, de todas formas, te dejo mis saludos, deseándote una feliz tarde.
Un beso.
...no disimules que esos tres pelos blancos unidos a lo preciosa que esta tu hija ahora te hacen sentir un orgulloso fortachon...me encanta cuando cuentas estas cosas, me hace palpar la gran humanidad de quienes me rodeo en este mundo cibernético pero de tanto corazón...al menos, esa es mi experiencia...un abrazo...
Lo importante es que se superó esa dura prueba que se llama nacer.
Bueno por lo menos no te llamó viejo como hace Jorge conmigo, dice que cuando lo tenga todo blanco ya seré abuelo dinosaurio.
Saludos.
buenas:
espero que guardes estas entradas para que tus niñas puedan leerlas cuando sean mayores(tras la pubertad, antes no lo entenderán)
Voy a llamar a mi padre, me da que parte de sus canas son un poco mias
Besos
Qué ternura de padre...
Al leer el principio, pensaba que os habíais pasado ahí mil días dalequetepego sin salir de la habitación!!!!!!!...
lástima no hubiese sido así, verdad??
fijo que no te hubiesen salido canas!!!
besitos para los 3.
¿Cómo es la vida de un hombre que se convierte en padre? ¿Te cambia mucho la forma de pensar, de ver la vida?
Un saludo
Alfonso
Ay ay ay que te has quedado parado jaja.
Un beso.
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